Lyrics

Allá en lo hondo del norte,
donde el viento no grita,
donde el tiempo se estira
como humo en la brisa…

Ahí viven dos sombras con alma de fuego,
Mar y Steve, entre pasto y silencio,
en la llanura eterna del Haras Tito,
un rincón sagrado bajo el cielo neerlandés.

Él cabalga en Kabul, pura fuerza y temple,
ella vuela en Tulipán, como un suspiro elegante.
Los cascos pisan tierra blanda,
el sol cae lento,
el humo sube… y la risa estalla.

Marihuana fina,
sativa dorada,
que encienden en calma
con manos curtidas por libertad.

—“Smoke the peace, not the war”, dice Steve,
y el viento se lo lleva hacia la frontera del día.
Mar lo mira con esos ojos que entienden todo
sin decir nada,
y le da otra seca.

El campo arde en colores,
el cielo naranja,
los caballos se empapan de ocaso,
y los dos…
vuelan sin despegar los pies del suelo.

Haras Tito no es solo un hogar,
es un pacto con la belleza y el caos.
Un templo de crines y risas,
de sueños con forma de RAM.

Porque a veces,
cuando la luna los llama,
encienden el motor rugiente
y se pierden por la ruta hasta Amsterdam.

Entre canales, niebla y coffeeshops,
con el vaho de la ciudad vieja acariciándoles la piel,
fuman en silencio frente al agua,
como si todo tuviera sentido por un rato.

Steve camina con paso de bandido elegante,
Mar flota como si la ciudad le debiera algo.
Vuelven con los ojos rojos y el alma tranquila,
siempre hacia el haras,
donde Kabul relincha y Tulipán espera.

Ahí…
donde la hierba crece alta,
y los atardeceres parecen pinturas eternas,
viven como quieren,
sin pedir permiso,
fumando risas y galopando futuro.

Y si algún día preguntan por ellos,
los verás cruzar la llanura,
montados sobre bestias de libertad,
con el humo dibujando caminos en el cielo.

Y el viento —si prestás atención—
lleva su historia,
como una canción que no termina:
Mar, Steve, Kabul, Tulipán…
Haras Tito, donde el mundo se detiene
y la vida… simplemente pasa volando.

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Letra para susurrar, para contar con tono oscuro y cadencioso. Ideal sobre una base lenta, con órgano, bajo profundo, y percusión mínima. Casi una leyenda rural de los Países Bajos modernos.