Lyrics

[Verso I]
Ayer te vi fundirte en la neblina,
eras bruma saliendo de mi piel.
Pisabas firme tu ruta vacía,
dejando atrás lo que no querías ver.

Sin una lágrima, sin despedida,
sellaste un pacto con tu soledad.
Mientras caías en la vieja rutina,
yo florecía en otra realidad.

[Coro]
Tú te quedaste en la jaula dorada,
yo en la tormenta, pero libre al fin.
No ves las rejas, te parecen alas,
pero no vuelas... sigues en el jardín.
Y aunque me duelas, sé lo que viene:
tú sufrirás más, yo ya aprendí a arder.
Porque es más dulce, aunque queme el alma,
la verdad cruda... que la miel del poder.

[Verso II]
Te vi aferrarte al eco de un dogma,
susurros viejos que no saben amar.
Te disfrazaste de certeza cómoda,
yo me lancé al abismo sin mirar.

Tus ojos buscan lo que ya no tengo,
yo di mis pasos a un ritmo interior.
Creíste huir, pero eras la presa,
de un juego viejo sin redentor.

[(Coro repetido)]
Tú te quedaste en la jaula dorada,
yo en la tormenta, pero libre al fin.
No ves las rejas, te parecen alas,
pero no vuelas... sigues en el jardín.
Y aunque me duelas, sé lo que viene:
tú sufrirás más, yo ya aprendí a arder.
Porque es más dulce, aunque queme el alma,
la verdad cruda... que la miel del poder.

[Puente / Interludio instrumental
(quizás con un solo de guitarra o sintetizador etéreo, como viajando hacia una revelación interior)]

[Verso final / Outro]
No hay venganza, no hay castigo,
solo el reflejo que te hará temblar.
El tiempo hablará contigo en susurros,
y tal vez... un día quieras regresar.

Pero serás eco de una voz dormida,
mientras yo cante con la oscuridad.
Porque encontré en la noche infinita,
una luz que tú no quisiste abrazar.