Lyrics

Luis, Luis, nuestro jefe tan formal,
siempre con la calculadora,
no se le escapa un real.
Luis, Luis, el rey del apretón,
es buen jefe, buena gente,
pero el monedero… ¡no!


Llega temprano, el primero en fichar,
con su café en la mano y ganas de mandar.
Nos anima a currar, nos da buen humor,
pero cuando hay que pagar…
¡Ay, qué sudor!


Luis, Luis, nuestro jefe tan formal,
siempre con la calculadora,
no se le escapa un real.
Luis, Luis, el rey del apretón,
es buen jefe, buena gente,
pero el monedero… ¡no!


Si hay que hacer horas, él ya está allí,
trabaja más que nadie, eso es así.
Pero cuando hay que invitar,
siempre se va al baño,
y nos deja a los demás.


Luis nos cuida, nos da su consejo,
pero si pides un euro,
te mira de reojo.
A veces soñamos con una subida,
pero Luis nos responde:
“¡Eso será otro día!”


Luis, Luis, nuestro jefe tan formal,
siempre con la calculadora,
no se le escapa un real.
Luis, Luis, el rey del apretón,
es buen jefe, buena gente,
¡pero el monedero… no!

Luis, Luis, nuestro jefe tan formal,
siempre con la cuenta clara, no se deja engañar.
Buen jefe, buena gente, pero el euro no se va,
si hay que apretar el cinto, ¡él lo aprieta de verdad!


Llega temprano, el primero en el local,
con la agenda bien marcada y el café sin derramar.
Nos motiva, nos anima, pero al gastar, ¡ay mamá!
Que si hay que pedir bolis, mejor uno y nada más.


Pero cuando hay trabajo,
Luis no se echa pa’ atrás,
nos arrea con fatiga,
¡y no para de currar!


Luis, Luis, nuestro jefe tan formal,
siempre con la cuenta clara, no se deja engañar.
Buen jefe, buena gente, pero el euro no se va,
si hay que apretar el cinto, ¡él lo aprieta de verdad!


En la nómina revisa, todo al céntimo está bien,
si le pides un aumento, te lo explica en un papel.
Pero luego en la oficina, siempre tiene un chascarrillo,
y aunque sea un poco tacaño, nos saca siempre el brillo.


Luis, jefe de los buenos,
aunque el dinero no suelte,
con su arte y su fatiga,
¡nos hace fuertes y valientes!

Luis, Luis, nuestro jefe tan formal,
es buen jefe, pero el dinero… ¡ay, qué mal!
Siempre cuenta los billetes,
y en el curro no hay quien vete,
Luis, Luis, eres único de verdad.

En la oficina llega el lunes,
con su cara de café,
nos saluda con un chiste
y nos pone a trabajar de pie.

Si le pides un bolígrafo,
te lo apunta en el Excel,
y si pides vacaciones,
te dice: “¡Eso ya lo veremos después!”


Luis, Luis, nuestro jefe tan formal,
es buen jefe, pero el dinero… ¡ay, qué mal!
Siempre cuenta los billetes,
y en el curro no hay quien vete,
Luis, Luis, eres único de verdad.

En la nómina revisando,
cada céntimo al pasar,
y si sobra algún folio,
¡te lo guarda para Navidad!

Pero luego en la fatiga,
es el rey de la presión,
nos anima y nos motiva,
¡aunque a veces nos saque el corazón!


Luis, Luis, nuestro jefe tan formal,
es buen jefe, pero el dinero… ¡ay, qué mal!
Pero todos te apreciamos,
aunque a veces protestamos,
Luis, Luis, ¡eres jefe sin igual!