Lyrics

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(Intro – bandoneón cortado, suspiro de patio mojado)
No nací pa’ los mimos ni las camas mullidas,
soy felino de tejado, de zarpazo y despedidas.
Pero vos, viejo Tronco, guardián del callejón,
eras el trueno firme, el eco del portón…

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(Verso 1)
Guernica fue testigo de mil noches encendidas,
yo cruzaba las sombras, vos cuidabas las salidas.
Entre baldíos, botellas y alguna flor perdida,
andábamos sueltos, desafiando la vida.

Yo con mi cola en alto, vos con el lomo erguido,
yo robando caricias, vos ladrando al desconocido.
Entre mujeres hermosas, vino y joda encendida,
éramos dos bichos bravos, sin dueño ni medida.

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(Estribillo)
Y ahora que no estás, todo quedó en silencio,
los techos lloran despacio, sin tu ladrido inmenso.
Fumando en soledad, entre el polvo y el aliento,
me hablo con las estrellas, pero vos sos el viento.

Tito quedó solo, entre copas y rencores,
las gatitas me siguen, pero faltan tus olores.
Vos eras mi sombra, yo tu tentación,
y juntos rompíamos hasta el corazón.

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(Verso 2)
Te acordás del baldío, donde dormíamos cruzados,
yo marcaba el ritmo, vos soñabas despacito al costado.
Cuando la noche picaba, vos salías al frente,
y yo en la cornisa, silbaba valiente.

Entre joda, perfume barato y vino sin nombre,
fuimos leyenda sin tumba, sin collar, sin hombre.
Las pibas aún nos señalan la huella,
“Ahí iban los reyes”, dicen, “uno en cuatro patas, el otro con estrella”.

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(Puente hablado – voz quebrada y fondo de bandoneón)
Y te fuiste sin aviso, sin ladrar, sin un suspiro,
dejándome la esquina más vacía que el delirio.
Yo sigo patrullando, viejo, como juramos esa vez,
pero la noche pesa más… cuando nadie ladra después.

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(Estribillo final – violines sangrando suave)
Y ahora que no estás, solo quedan los recuerdos,
la sombra tuya se pasea por los techos.
Yo le maúllo al viento, con bronca y con despecho,
porque el alma me pesa, y todo está deshecho.

Tito el bandido quedó con la copa en la mano,
las pibas, los sueños, el humo cotidiano.
Pero falta el amigo, el guardián sin engaño,
el que ladraba por amor, sin pedir nada a cambio.

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(Cierre – solo de fueye, como llanto contenido)
Brindo por vos, viejo Tronco…
el único que me miró sin miedo,
y se quedó… hasta que el tiempo lo venció